El juego de sábanas es un conjunto que está compuesto por varias piezas, como la sábana bajera ajustable, la sábana encimera y la funda de almohada. La sábana bajera se posiciona en la parte más baja y está en contacto con el colchón. La sábana encimera se coloca en la parte superior. La tercera pieza, la funda de la almohada, hace la función de envolver el cojín. Es la ropa esencial de nuestra cama y la más íntima. La que más está en contacto con nuestro cuerpo es la sábana bajera. Dependiendo de la tela de la que está hecha, el nivel de confort es mayor o menor.
Ventajas de la sábana bajera ajustable
Tradicionalmente, las sábanas bajeras eran de gran tamaño para remeterlas debajo del colchón y sujetarlas. Con el paso del tiempo se crearon las sábanas ajustables, que ofrecen varias ventajas.
- No se mueven, una vez colocadas. Las sábanas bajeras ajustables no se mueven, una vez que han quedado totalmente sujetas, y evitan que se enrollen en nuestras piernas.
- Al no moverse de su posición, se mantienen estiradas todo el tiempo, con la sensación de cama recién hecha.
- Cuando toca cambiar la cama, basta con estirarlas un poco para que se queden perfectas. Es más rápido y cómodo.
Composición de las sábanas bajeras
Existen muchos tipos de materiales y composiciones:
- Algodón: es una de las mejores opciones para el verano. Al ser 100 % del mismo material y sin mezclas sintéticas, evita la aparición de alergias. Supone un material suave y natural, a la vez que fuerte y duradero. Tiene la capacidad de absorber la humedad, retener el calor en días fríos y resultar fresco en días de verano.
- Algodón y percal: la mezcla resultante es de 50 % algodón y 50 % percal. Es de muy buena calidad y resulta muy suave al tacto.
- Algodón y satén: esta combinación proporciona un aspecto brillante y suave. Están hechas con fibras de seda y otros materiales que ofrecen un toque sofisticado.
- Poliéster: es un material muy común, que está fabricado con resina. Es resistente a los agentes químicos y no requiere plancha.
Tan importante es la composición como la densidad de la sábana que vamos a comprar. Lo ideal es que contenga un mínimo de 200 hilos por pulgada. Cuantos más hilos tenga, será más suave y duradera.
Elegir bien el tamaño también es importante y debemos fijarnos en las medidas establecidas para cada cama. Las sábanas bajeras ajustables con goma en los extremos son las más buscadas, ya que hacen la tarea mucho más fácil.
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