¿Cómo escoger el relleno nórdico?

El relleno nórdico es uno de los accesorios del hogar más queridos de muchos y no es de extrañar: fácil de colocar y de limpiar en la lavadora, ofrece la temperatura perfecta en cualquier época del año. Además, los diseños suelen ser elegantes y el volumen que ofrece a la superficie de la cama convierte cualquier habitación en un dormitorio de revista.

Los tipos de relleno nórdico para el dormitorio

Al tratarse de un accesorio tan deseado, el relleno nórdico se presenta en diferentes variedades que es necesario conocer para poder seleccionar el que mejor encaja con nuestras preferencias. Aunque hay muchos modelos distintos, lo fundamental es fijarse en estas dos cuestiones:

1. Qué materiales usan los edredones nórdicos

Cuando tratamos la cuestión de los edredones nórdicos, una de las primeras cosas a tener en cuenta es que hay dos tipos de relleno fundamentales. La diferencia entre ellos es si el material con el que se han fabricado es de origen natural o sintético:

• Rellenos naturales: en esta categoría encontramos la pluma y el plumón, ambos materiales procedentes de las ocas y los patos. En el caso de la pluma, el relleno todavía conserva el cartílago, por lo que pesa un poco más y no es tan buen aislante. En cambio, el plumón consiste solo en la parte más ligera del plumaje de estos animales, situada en la zona del pecho. Esto la convierte en la opción más adecuada en cuanto a las características, pero su precio es más elevado.

• Rellenos sintéticos: este tipo de rellenos no tiene una procedencia animal, un dato a tener en cuenta. La fibra es el material por excelencia, aunque hay varios tipos. La microfibra, por ejemplo, es la que mejor simula la textura y las propiedades del plumón. La fibra hueca, por otra parte, es más manejable y se distribuye de forma más uniforme por toda la superficie del edredón.

2. Qué grosores tienen los rellenos nórdicos o duvets

Otro de los datos en los que debemos fijarnos a la hora de hacernos con un edredón nórdico es su gramaje, es decir, su grosor. Esta elección dependerá de tres factores: la temperatura de la que queremos protegernos, la temperatura a la que nos gusta descansar y el peso que deseamos sentir con nuestra ropa de cama.

Por lo general, los edredones nórdicos se presentan en tres rangos de gramajes. Los que no llegan a los 200 gramos son perfectos si las temperaturas son moderadas. Entre 250 y 350 sería el grosor medio y cubre las necesidades de la mayoría. Los más frioleros optarán por rellenos de entre 400 y 500 gramos.

Todas estas variantes dentro de la categoría del relleno nórdico tienen sus ventajas. Escoger el edredón perfecto para el hogar depende de nuestras preferencias y necesidades. Por último, para tomar la mejor decisión, lo más acertado es consultar la opinión de los profesionales del sector.

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Un saludo y hasta el próximo post.

Javi B.

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